Negocio vs Entorno
He tenido la oportunidad de estar presente en un par de reuniones de estos conocidos grupos de empresarios que se juntan para... compartir oportunidades de negocio (por decirlo de manera rápida).
Un grupo de no sé cuántos empresarios y empresarias hablando de dinero, de cómo obtener más beneficio, dónde buscar opciones de negocio para más beneficio, rentabilidad, cuanto más mejor.
Hasta ahí todo suena más o menos bien. Pero falta algo... no sé... hay un "algo" al que nadie atiende, pero del que todos hablan.
Todo este circo está sostenido por una sola cosa, y se llama Lanzarote. Todo esto se sostiene porque existe un territorio, un entorno físico. En primer término está Lanzarote, y en el último de todos, el planeta (quizá para hablar de la Tierra aún no estamos preparados, ya que ni siquiera pensamos en lo más inmediato que tenemos, que es la isla que pisamos).
A lo largo de las reuniones no he oído ni visto una sola palabra que hable sobre el medio ambiente; ni del social, ni del económico y, sobre todo, ni del físico, el entorno natural.
No se le ha dado voz a nuestro entorno natural, gracias al cual estamos aquí con nuestros negocios y discursos monetarios.
Todos hablamos de qué y cómo sacarle la sangre en nuestro propio beneficio, pero nadie habla de cómo devolverle el favor. Ni el gremio de agricultura está representado aquí, quizás el que más cerca está de poder devolver algo a la tierra.
Nadie habla de cómo cuidar la isla, de cómo respetarla, de cómo agradecerle todo lo que nos da.
Es una relación unidireccional: solo va en un sentido. Desde ella, la isla, hacia nosotros; extraerle el máximo sin devolver nada. Nos aprovechamos al máximo, sin preguntarnos cómo se siente la otra parte.
Queremos todo lo que pueda aportarnos, sin ofrecerle nada a cambio a ella, a la Isla. Ella nos tiene que dar satisfacción, y apenas le estamos dando su lugar, apenas la estamos nombrando.
Quizá es un buen momento para empezar a repasar nuestra actitud... como empresarios, como personas, como hombres, como mujeres.
¿Quieres seguir así?
Yo, definitivamente, no. Quiero aportar algo real, tangible y valioso a mi entorno. Mi manera de hacerlo es clara: mediante un interiorismo consciente y estratégico que transforma propiedades en alojamientos turísticos con alma.
La solución no es atraer más turistas o construir más hoteles. La clave está en poner en valor lo que ya tienes, elevando la belleza, confort y rentabilidad de tu propiedad. Con el mismo número de visitantes, o incluso menos, puedes obtener mayores beneficios, creando espacios únicos y memorables que inviten a tus clientes a volver.
Si tu negocio estuviera en el centro de Madrid o Barcelona quizá podrías enfocarte más fácilmente en volumen y cantidad. Pero tu negocio existe gracias a Lanzarote, a su entorno natural único, al lugar privilegiado en el que vives (por elección o nacimiento). Y este entorno tiene sus propios límites frente a la masificación.
Solo tienes que echar un vistazo a nuestro alrededor: España tiene miles de kilómetros que han cambiado significativamente por el impacto del turismo masivo. Quizá sea el momento de observar con más atención y ser conscientes del entorno que sostiene nuestros negocios.
Yo puedo ayudarte a hacer las cosas diferentes. Con interiorismo consciente elevo el valor real de tu alojamiento, ayudándote a atraer huéspedes de calidad, aumentar tus ingresos y cuidar el entorno al mismo tiempo.
¿Te apuntas a hacerlo realidad? Hablemos y te cuento cómo podemos conseguirlo.
Julia.